domingo, 15 de agosto de 2010

Historia Recurrente de Corrupción y Desaciertos

Camisea: Combustible de Indignación


“El Perú, para su despegue necesitará grandes fuentes de energía barata hasta el 2015” (Edmundo Rendón V.)

El Desarrollo de los países solo es posible explotando los recursos naturales que poseen. Muchos de ellos no son renovables, situación que obliga a que la explotación sea sustentable, es decir pensando en las futuras generaciones, la misma que solo será posible a través de acertadas Políticas de Estado.

La historia de la explotación de los recursos naturales de nuestro país ha sido dramática, inútil e indignante. En los albores de la República, nos dimos cuenta (o nos la hicieron ver), que teníamos una inmensa riqueza en el guano de las islas; guano que generó grandes fortunas y estrenó el entreguismo recurrente del Estado, dándole partida de nacimiento a la Corrupción.
Luego, el salitre, cuya posesión codiciosa de parte de Chile y alentado descaradamente por Inglaterra, nos comprometió en una guerra que no teníamos posibilidad de ganar, cuyas consecuencias catastróficas, son hasta hoy un estigma para la clase política.
La selva misteriosa escondía otro tesoro nacional: el Caucho, cuya explotación depredó grandes extensiones de nuestra amazonia y esclavizó a importantes pueblos indígenas. Sin que ellos, obtuvieran el más ínfimo beneficio.
Luego, el algodón y el azúcar, darían vida a los grandes barones, los mismos que debido a su poder económico, dominaron la política, al punto de poner y deponer presidentes. Le siguieron el descubrimiento de petróleo en el norte del país y la anchoveta en nuestro rico territorio marítimo.

“El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”…fue la sentencia de Antonio Raimondi, que en pocas palabras ha descrito nuestra historia de riquezas, frustraciones y mendicidades.
Si para Desarrollar tuvimos los activos más codiciosos; ¿por qué seguimos siendo hasta hoy un país sub-desarrollado?, ¿por qué la explotación de esos recursos, no ha incidido en la mejora de la calidad de vida de la población?
La historia de Camisea nos está dando la explicación. Las reservas de gas, fueron descubiertas el año 1983 y se suponía que ellas debían abaratar el precio de la energía, generar industria (particularmente la petroquímica) y agregar ingentes divisas a nuestra economía, vía la exportación.
A partir de ese año, se sucedieron los gobiernos de Alan García (primer periodo), Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y finalmente el segundo periodo del Presidente García. Ninguno de los cuales hizo lo correcto. Cada uno fue agregando un eslabón a la larga cadena de Corrupción, Ineficacia y Nula visión de futuro.
Se han hecho mutuas acusaciones, al no poder justificar ante la población que aquellos fines para los que se iniciaron los esfuerzos de explotación, han sido un fiasco. Razón por la cual, Camisea se ha convertido en un combustible para la indignación nacional y generadora de una convulsión de impredecibles consecuencias.
Después de haberlo negado con argucias falaces el Gobierno tuvo que admitir una verdad escandalosa a través del Ministro de Energía y Minas Pedro Sánchez, quien manifestó que “la regalía del primer embarque (de exportación a México) fue de US$ 0.27 por millón de BTU. La regalía promedio para el consumo interno a Junio es de US$ 0.59 por millón de BTU. Por eso queremos negociar un piso para evitar una situación así”.

Lavado de cabeza
Después de lo cual, creemos que quien requiere un “lavado de cabeza” es el Gobierno, por haber negado en reiteradas oportunidades lo evidente: los peruanos pagamos más por el gas que nos pertenece. ¿No era que a partir de la explotación del gas de Camisea, las tarifas eléctricas disminuirán en 30% como lo prometió el Presidente Toledo? ¿Por qué misteriosas razones, el Presidente Alan García cambió su discurso del 28 de Julio pasado en el que demandó investigar el contrato del gas de Camisea del 2005, firmado en el gobierno de Toledo, vía la intervención amañada de PPK, para facilitar la exportación perjudicando el mercado interno y hoy ser el principal defensor de la exportación a la que se oponía?
Veamos algo tan simple como el precio del balón de gas. Según el Observatorio Boliviano de Industrias Extractivas (OBI) el envase de 10 kilos tiene en Bolivia un precio de US$ 2.8 dólares; en Brasil 9.4 dólares, en Chile 10.7 dólares; en Colombia 2.2 dólares; en Costa Rica 4 dólares; en Uruguay 10.3 dólares y en el Perú 12 dólares.

Múltiples explicaciones
Es decir, teniendo el riquísimo yacimiento de gas en Camisea, el Perú tiene el balón de 10 kgs. más caro de América, superando a Chile, Uruguay y Costa Rica, países que no producen gas y tienen que importarlo desde muy lejos.
El analista Mirko Lauer dijo en su columna Observador “… en cualquier caso el asunto del gas es de pésimo pronóstico para el país. Que un producto sea vendido por centavos al exterior y mucho más caro en el mercado local, donde además escasea, es algo que ha empezado a indignar a cada vez más personas”, afirmando a renglón seguido que el gas puede volverse la madre de todas las agitaciones.
¿Por qué se repite nuevamente la historia del guano, el salitre, el caucho, el algodón, el azúcar, el petróleo, la anchoveta?. De las riquezas mencionadas, el pueblo no fue beneficiado. Los pobres siguieron siendo aún más pobres. Tareas como la Educación y la Salud, fueron enfrentadas con desorden y magros recursos, como hasta hoy.
No existen dudas, que los beneficiarios de estas riquezas fueron los mismos grupos de poder, nacionales en los albores de la República y extranjeros a partir de la segunda mitad del siglo pasado, pero con la complicidad de políticos corruptos, que siguen haciendo del país, como lo hicieron antes, su “chacra”.
Sin embargo, hay un tema que no debemos soslayar. La explotación de nuestros recursos mineros y energéticos, vienen otorgando al país, ingentes recursos que mediante varias vías, está llegando a los Gobiernos (en sus tres niveles). Cada uno de los cuales, a su libre albedrío, vienen empleándolos de acuerdo a prioridades antojadizas. Y en muchos casos, para ejecutar obras efectistas con miras a su reelección.
En el caso de Camisea, a la ineficiente gestión de los gobiernos que tuvieron que ver con su génesis y desarrollo, se suman obras increíbles, y gastos innecesarios. ¿Hemos reparado en el fastuoso local municipal del distrito de Echarate?

CEPLAN y su responsabilidad
Es por ello, que, con la tozudez que inspira la razón, venimos insistiendo que el CEPLAN, dirigido por Agustín Haya de la Torre, cumpla con la responsabilidad que asumió con su designación: formular el Plan Nacional de Desarrollo, para que Camisea, no sea otra oportunidad perdida.
Ninguna de nuestras riquezas naturales podría ser explotada sin la inversión privada, la misma que desde dentro y afuera, se encargan de inyectar los recursos para ponerlas en valor. Sin embargo, el Estado no debe permitir, bajo ninguna circunstancia, que esta se haga a espaldas de la población; o que ella, sea víctima de irresponsables descuidos como la tragedia ecológica producida por los relaves de la mina Caudalosa Chica en Huancavelica, ó el derrame de cientos de barriles de petróleo, atribuida a Pluspetrol en los ríos de la selva. Que no se repita más, el daño irreversible que ocasionó la Southern en las playas de Ite en Tacna. Que la corrupción no se convierta en tragedia.
El mes de Julio, ha sido un mes de convulsiones sociales. Tenemos todo el derecho de protestar, pero al hacerlo, no se debe atentar contra la propiedad privada, ni contra el derecho que tenemos todos los ciudadanos de transitar libremente por el país.
Reclamamos con firmeza, que las negociaciones no sean prolongadas, como lo ha adelantado el Gobierno, reconociendo que podrían durar un año; y de otro, que Pluspetrol que tiene una posición de dominio en el mercado, se avenga a modificar los términos de exportación, mediante la liberación del lote 88 y que los precios preferenciales vayan al Perú.

¿Óbolo voluntario?
Asimismo, acabemos con el ineficaz Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo, más conocido como “óbolo minero”, pues en el periodo del 2007 al 2010, solo ha recaudado US$ 616 millones de dólares. Aplíquenos el Impuesto a las Sobre Ganancias, el mismo que si solo se hubiera fijado en 50%, el fisco hubiera obtenido US$ 2,500 millones en ese mismo periodo.
Volviendo al gas de Camisea; el Gobierno, moviéndose entre bandazos, tuvo que enfrentar una protesta de magnitudes inmanejables en la Región Cusco, particularmente en Quillabamba y Echarate. Para luego abdicar y someterse a los dictados de los dirigentes de la convulsión. Algo importante y positivo sin embargo, logró la población: que el gas del lote 88 sea exclusivo para el consumo interno, tal como lo habíamos reclamado.
Pero el compromiso de la planta de fraccionamiento, será un nuevo tema de discordia. Debido a las dudas respecto a su rentabilidad, el Premier ha sugerido que sea financiada por el tesoro público, mientras que la Ministra de Economía, es de la idea que sea iniciativa del sector privado.
Lo cierto es que estas contramarchas avivarán nuevas protestas que el Gobierno se encargará de sofocar prometiendo otras medidas populistas. Mientras tanto, todo sigue en compás de espera.

Al final
Esperemos que el gas de Camisea no sea otra oportunidad perdida. Que su explotación no solo sirva para crecer, sino para desarrollar. Que las decisiones al respecto, no sean producto de asonadas, sino de un meditado plan. Nos oponemos a la violencia, pero también a la sordera y mucho más a la soberbia.