domingo, 25 de julio de 2010

A Propósito de las Elecciones ¿Puede la Democracia ser Cualquier Cosa?


“El principio de Elección, es la única manera de cumplir con la exigencia de un poder eficaz (sobre el pueblo) y legítimo (del pueblo), requisito necesario para cualquier Democracia”, afirma Giovanni Sartori, en su más destacada obra: “Teoría de la Democracia”, de cuyo segundo capítulo, hemos tomado el encabezamiento de este artículo.Sin embargo, en el acto electoral, la opinión pública es la que le da valor a las elecciones; siendo necesario un alto nivel de educación, para que esa opinión fortalezca este acto democrático.



Coincido con José Barba Caballero, en su artículo “Pueblo y populacho”, cuando dice que el 35% de la población electoral, esa que es parte de la opinión publica, “es aquel sector que solo piensa en términos como subvención, protección, caridad y están dispuestos a apoyar a todo aquel que los halague, les dé un regalo o los impresione con un discurso demagógico. Entenderlo para manipularlo es el objetivo central de toda campaña”.

Debo agregar lo que decía Alberto Zinn: “Cuando alguien dice que hará lo que el pueblo le pida, es porque ya encontró la manera de domesticarlo”.
Este preámbulo, es sumamente interesante para comprender lo que está sucediendo en el país, con motivo de las elecciones regionales y municipales de octubre próximo.

Voto No Pensado
Cuatrocientos dos (402) organizaciones políticas (según datos del JNE) se disputarán dos niveles de Gobierno: los Regionales y Municipales. Sufragarán 18´812,000 ciudadanos en forma obligatoria, con el deleznable argumento, que el ausentismo electoral atenta contra la legitimidad del poder, como si esa legitimidad no fuera permanente. En Colombia solo concurrieron a las urnas el tradicional 50% de electores hábiles, sin que se deba poner en duda, los resultados democráticos de la elección, ni la legitimidad de los elegidos.

Como dice Barba, ese importante 35% de electores, acudirán a votar obligados a las urnas y depositarán un voto no pensado. Porque a esto contribuyeron con alevosía, quienes están disputándose sus favores.
Las dádivas y las promesas se han hecho presentes. Candidatos repartiendo canastas de alimentos a cambio de posibles votos. Caminatas maratónicas repartiendo besos. Frenéticos bailes populares, caravanas regalando calendarios. Fotos con niños en brazos. Abrazos forzados con gente menesterosa. Brindis con bebidas que normalmente asquean. Slogans superficiales que no dicen nada. Paneles de los más ingeniosos tipos, diseñados por “profesionales” en marketing político. Todo esto ha reemplazado al debate y exposición de ideas, atentando contra el Desarrollo de la Democracia que dicen defender.

Fortaleciendo el Caos
El Decano del Colegio de Arquitectos-Regional Lima, Oscar Fernández Cárdenas, dijo en una entrevista que la capital no cuenta con un plan de Desarrollo mínimo actualizado, lo que ha originado una carencia de visión de futuro y que los 50 distritos tengan sus propias interpretaciones de Desarrollo Urbano, con lo cual el caos se fortalece.

Sin embargo, ningún candidato a las Alcaldías de la capital se ha ocupado del tema. Para ellos, más importante es prometer soluciones populistas, para problemas que la ley de municipalidades no les confiere resolver.

Lo mismo sucede con los candidatos a Gobiernos Regionales, ninguno de los cuales le ha reclamado al CEPLAN el Plan Nacional de Desarrollo, del cual deberán desprender sus respectivos planes regionales con visión de país y propender al Desarrollo Armónico de esas jurisdicciones.
Atrás, en el olvido, quedaron los fundamentos básicos del proceso de Regionalización, que se materializaría creando macro-regiones ¿Por qué tendrían que hacerlo, si esa posibilidad disminuiría los cargos presidenciales?

Al Fondo Hay Sitio
Mientras tanto, cualquier respetable ciudadano que tenga popularidad, aunque sea farandulera, es bueno para conformar listas electorales. Total, “al fondo hay sitio”.

El secretario de la Asociación Civil Transparencia, Percy Medina Masías, aseguró el día 28 de junio que el Pacto ético electoral al que fueron impelidos los candidatos a suscribir, ayudará a evitar que la campaña se convierta en un “ring de box”: lo que demuestra que sin este pacto, se sucedería la confrontación boxística.
¿Pero este pacto ha funcionado? Las evidencias dicen lo contrario, paneles destruidos. Sabotaje a mítines e impedimentos físicos de armar estrados con Serenazgo incluido, hacen de estas elecciones, un remedo de campaña electoral. Los candidatos, apelando a una estrategia indirecta, se están acusando mutuamente de todo.

Los que han decidido postular a la Reelección, hicieron sus respectivos lobbies en el Congreso, para renunciar o pedir licencia lo más cerca al 05 de octubre, con la finalidad perversa de culminar sus más impactantes obras, en el último tramo de sus gestiones y, por este medio, merecer el recuerdo grato de los electores. Lima es un caos por esta razón. Pero, eso pasará dicen ellos, y toda la ira contenida se sublimará en las ánforas. El 35% de amnésicos sociales, volverá a votar como si nada de lo anterior hubiera sucedido.

¿Estricto Sensu?
Maurice Duverger, decía que los Partidos Políticos son consustanciales con toda Democracia, ¿Los tenemos en estricto sensu? Esos partidos requieren ciudadanos ¿Los tenemos en estricto sensu? Las respuestas quedan colgadas en los aires de la opinión popular.

Estas elecciones serán el preámbulo de las Elecciones Generales que se realizarán el 2011. Por lo pronto, la Ley Electoral ha demostrado que sirve de poco para ordenar la contienda y hacerla civilizada. Vientres de alquiler, tránsfugas en el Parlamento, partidos sin ideología ni planes de Gobierno, son el activo pernicioso de lo que vendrá. Cualquier ciudadano tiene el derecho de elegir y ser elegido. ¿Pero eso es suficiente? Por tal razón Sendero se atribuye la potestad de participar en un proceso Democrático, a pesar de ser boicoteadores de sus principios y valores.

Incluso hay alguien que sin más mérito que su desenfado, ha propuesto desaparecer a las Fuerzas Armadas y el Parlamento, entonando sibilinamente con ciertos sectores de la población. ¿Será nuestra Democracia tan boba para prohijar engendros que le harán daño?