miércoles, 21 de octubre de 2009

II GUERRA MUNDIAL: La más devastadora de las guerras

Danzig, península de Westterplace, Polonia, 1 de setiembre de 1939, 4:45 de la madrugada. Una familia polaca duerme plácidamente luego de haber estado degustando durante la víspera filetes de ternera con mantequilla de cerdo, pimienta negra y pimienta inglesa para el sabor tradicional con sus hojitas de laurel.

Celebraban la llegada del hermano ausente. De pronto, la ciudad entera retumbó con el fuego abierto que lanzaba el buque de guerra Schleswig-Holstein al fuerte de Westerplatte cerca de lo que entonces era la ciudad de Danzig, hoy Gdansk. Al mismo tiempo, la Wehrmacht de Hitler invadía Polonia por el este, el oeste y el sur. La entrada de las tropas nazis en Polonia provocaría que, tres días después, Inglaterra y Francia declararan la guerra a Alemania. Era el inicio de la barbarie.

on mucho sentimiento y luto en el corazón, el mundo conmemoró 70 años de la guerra más cruel y sanguinaria que haya conocido el ser humano, donde perdieron la vida casi el 2% de la población de ese momento (60 millones de personas).

La guerra desatada por Alemania infringió un sufrimiento inconmensurable a numerosas personas, así como años de privación de derechos, de humillación y de destrucción. Todos los pactos con los nazis, incluido el firmado por la URSS que facilitó la invasión de Polonia, fueron moralmente inaceptables. La guerra trajo consigo años de injusticia, humillación y destrucción en Europa. No existen palabras que puedan describir ni tan siquiera de cerca el sufrimiento de esa guerra y del Holocausto.

Europa se convirtió en la tenebrosa mansión de los muertos, el escenario de una bestialidad sin precedentes de la que los polacos fueron sus más grandes víctimas. Se calcula que entre cinco y seis millones de ellos perdieron la vida en la guerra, es decir, una quinta parte de la población.

Alemania ha pedido perdón. Aquella famosa foto del canciller Willy Brandt, arrodillado en Varsovia ante el monumento a las víctimas del nazismo, es de diciembre de 1970.

jueves, 15 de octubre de 2009

Perú: Balance y Perspectivas

Que la Coyuntura no nos Devore

No se puede entender un país si no se conocen sus orígenes. Si no existen explicaciones claras sobre sus atavismos, adoleceremos de una lectura correcta sobre sus tendencias.

Y el Perú, nuestro amado país, requiere ser entendido a cabalidad si queremos opinar sobre su futuro. El pasado ejerce una gran influencia sobre el presente. Y tal como escribió Alexis de Tocqueville en 1835, “en el nacimiento de las Repúblicas está la explicación de su comportamiento en la adultez”.

Identidad nacional

Más allá de nuestro plausible nacionalismo, es necesario reconocer que nuestros próceres se preocuparon por fundar una República antes de consolidar una Nación. Razón por la cual tenemos una Identidad Nacional en ciernes.

A través de los años, la clase política del país se preocupó por construir un sistema político impuesto de arriba hacia abajo y asimiló el perfeccionismo de ese sistema colocándolo a la fuerza sobre una población que hasta hoy no logra comprenderlo.

Pero cuando el ser humano no comprende algo, reacciona rechazándolo o escabulléndose. El sistema no podía ser rechazado porque el pueblo no era consciente de su poder para hacerlo. Entonces, quedaba expeditivo el camino de la desconexión: la informalidad ya tenía partida de nacimiento.