martes, 15 de octubre de 2013

Siguiendo Solo Un Ritual Legalista

Repitiendo la Misma Historia

Presupuesto General de la República:

Siguiendo Solo Un Ritual Legalista

El miércoles 04 de setiembre, el primer ministro Juan Jiménez y el ministro de Economía y Finanzas Luís Miguel Castilla (con cara de circunstancias) sustentaron ante el pleno del Congreso el Presupuesto General de la República para el año 2014 ascendente a 118 mil 934 millones de nuevos soles.

Sustentación que siguió el mismo libreto legalista y electorero de hace muchos años. Que la aprobación de esta ley (la más importante de la República) cumpla todos los pasos que señala la Constitución no la hace necesariamente buena, ni la libra de los apetitos políticos de quienes intervienen en su aprobación. Trapacería que han ejecutado con disimulo los sucesivos Gobiernos y los Parlamentos que se coludieron con ellos. Como lo vamos a demostrar.

¿Qué se entiende por obligaciones (gastos)?

Empezaremos por el principio (apelando al asesor Descartes). El Presupuesto General de la República, es: "el Plan de gastos, inversiones y acreencias que tiene el Estado". Es decir constituye la expresión cifrada, conjunta y sistemática de las obligaciones (gastos) que, como máximo puede reconocer el Estado y los derechos (ingresos) que prevé liquidar durante el correspondiente ejercicio fiscal.

¿Qué se entiende por gastos?: el conjunto de erogaciones (generalmente dinerarias) que realiza el Estado para cumplir con sus fines y satisfacer las demandas de la Nación. Las mismas que una vez conocidas por el gobernante, deben transformarse en políticas de Estado, las mismas que deberán irse alcanzando paulatinamente con los recursos que obtiene de diversas fuentes.

El mismo concepto se aplica para los tres niveles de Gobierno que coexisten constitucionalmente en el país.

En consecuencia, bajo ningún punto de vista ni en ninguna circunstancia, esos gastos pueden tener otra finalidad que no sean los intereses de la población. Intereses que deben ser definidos antes de gastar, y deben constituir el preámbulo fundamental de toda Ley de Presupuesto. Y como las políticas de Estado para satisfacerlos son continuas, los presupuestos deben tener una lógica elemental de continuidad.

Es por ello que antes de sustentar el siguiente, es de elemental razonabilidad, hacer un balance del anterior para ver cuánto de los fines que se pretendió alcanzar con él se han cumplido y cuál ha sido el grado de eficiencia en el gasto. Y en base a esos resultados, proyectar el siguiente.

A los bolsillos de los corruptos

Nada de esto se ha hecho con seriedad. Por la prensa sabemos que todos los años, gran parte de los recursos presupuestales, van a parar en los bolsillos de los corruptos. Más de 2,000 millones de soles (que le cuesta tanto al fisco recaudar y a los contribuyentes otorgar) se los roban los malos funcionarios de todos los niveles, ante la mirada complaciente de todos los mecanismos de control. Cáncer que padecemos desde hace varios años y sucesivos Gobiernos.

Resulta entonces ridículo que el Premier exhiba como un gran logro estatal, que el Presupuesto General de la República para el 2014 haya tenido un incremento de más del 9% respecto al del 2013. La única buena noticia debió ser que el próximo año, se robarán menos dinero los corruptos.

La misma prensa, cumpliendo cabalmente su rol democrático, ha venido denunciando desde el 2004, la ineptitud de muchos "gobiernos regionales y locales", para ejecutar los presupuestos asignados a sus jurisdicciones. Y, en otros casos, el despilfarro de estos recursos erigiendo momentos a la ridiculez e intrascendencia. Premunidos de más autoridad y atribuciones que las que están capacitados a administrar, los cientos de miles de millones de soles que han pasado por sus manos, no han logrado (por las razones expuestas) alcanzar nada rescatable para el futuro de sus poblaciones.

El colmo de la insensatez

Sin embargo, la respuesta ha sido de antología: se han empeñado (y lo han conseguido) en que el Estado les incremente sus presupuesto y se les amplíe las facultades. Incluso en el colmo de la insensatez vienen presionando para poder recaudar sus propios recursos.

Esta es la realidad de determinados funcionarios de todo nivel y de lo que hacen con los dineros que nos pertenecen a todos. Con el beneplácito del Gobierno, que tampoco escapa a la ineficiencia en el gasto. Basta revisar cuántos recursos han tenido que devolver todos los ministerios.

Si esto es así (como que lo es) ¿no era elementalmente lógico o de sentido común, que antes de discutir cómo se van a lapidar los recursos del próximo presupuesto, se articularan estrategias y se tomaran decisiones para evitarlo?.

Veamos el siguiente análisis que han debido hacer todos los Gobiernos (Fujimori, Toledo, García y Humala) y no lo hicieron por diversos motivos: el de diseñar y cumplir la finalidad que debe tener todo presupuesto.

Enunciado lírico, gaseoso e inejecutable

A pesar que cuando se habla de plata ajena, los propósitos deben ser sumamente claros, vamos a asumir (para el presente artículo) lo que dijera el primer ministro ante el Congreso (sic): "El presupuesto del 2014 está orientado a este esfuerzo de crecer para incluir, bajo el firme compromiso de atender las necesidades de los peruanos y peruanas que más nos necesitan, y de generar así las condiciones requeridas para continuar la senda del desarrollo económico del país". Enunciado lírico, gaseoso e inejecutable que lo pinta de cuerpo entero.

Su jefe, el presidente Ollanta Humala había pronunciado un discurso semejantemente gaseoso el 28 de Julio; pero tuvo la visión de decidir diversificar la oferta exportable (como le aconsejó Fukuyama a Alan García y este no le hizo caso porque cree saber más que él). Para ello, dijo Humala que su Gobierno daría un notable impulso a la agricultura y la industrialización con el objeto de darle algún valor agregado a las materias primas que exportamos como tales. Cien de nota, pero vaya chasco y decepción posterior.

El presupuesto para Agricultura el 2014, es el más bajo (en términos relativos) de los últimos años. ¿Quién entiende al Presidente?

Con el mismo entusiasmo, Ollanta Humala pidió a los empresarios comprometerse con el país, alentando su industrialización, proceso que como sabemos descansa en dos pilares fundamentales: educación e investigación y desarrollo. Veamos la importancia presupuestal que ambos tienen.

Importancia presupuestal

El Perú solo destina el 2.7% de su PBI a la educación; Bolivia el 7.6%; Chile el 4.2%; Brasil el 5.8%, Argentina 5.8%, Cuba 12.98%. ¿Cómo piensa industrializar el país con este irrisorio presupuesto destinado a la educación? ¿Quién entiende al Presidente? (Fuente: Banco Mundial)

En cuanto a I + D (investigación y desarrollo) el Perú invierte la ínfima cantidad de 0.1% de su PBI para ese fin. Argentina 0.52%, CHILE 0.37, Brasil 1.6%, China 1.70%, Israel 4.77%, México 0.35%, Singapur 2.84%. ¿Cómo piensa industrializar el país con esta insignificante inversión en I+D? A lo que habría que agregar que el mercantilismo empresarial en nuestro país, tampoco hace esfuerzos significativos en ese sentido.

¿Qué validez nacional puede entonces tener un presupuesto elaborado sin haber superado las taras de la corrupción y la ineficiencia que lo han acompañado durante todos los Gobiernos? ¿Cómo puede servir para alcanzar los fines de la Nación, si estos a pesar de haber sido identificados, no han tenido la inteligencia de haber sido atendidos?  El ritual legalista no lo hace bueno.

Una nueva "repartija"

Pero hay algo muy grave, Quien ha debido controlar que esto no suceda es el Congreso de la República. Lamentablemente esto no ha sido así. Tampoco era de esperarse que ejerciera esta función, por cuanto para hacerlo, se necesitan congresistas cultivados, instruidos y honestos. Virtudes de las que adolece la mayoría. Y el control se trasformó en una nueva "repartija". A cambio de su voto aprobatorio, cada uno de estos irreflexivos, hizo todo el esfuerzo por incluir una "obrita" en el presupuesto para su jurisdicción y generarse simpatías, recibimiento con banda, trago y pedido de reelección. El presupuesto será hecho girones, pero después de esta pantomima legalista, será aprobado (como siempre).

Estamos en un recodo importante del camino. No es que la "crisis llegó"; estuvo siempre aquí. Lo que pasa es que a pesar del "piloto automático", teníamos una velocidad inercial que ya se está agotando. No es una tragedia crecer menos, ni fue una bendición crecer más. En ambos casos, debimos saber crecer y saber decrecer. Algunos anuncios presidenciales del 28 de Julio fueron acertados. Lamentablemente borramos con la manga (el presupuesto) lo que pretendíamos escribir con el puño.

Nada cambiará el año 2014. Los recursos del Estado (en todos sus niveles) se los robarán, un gran porcentaje se dilapidará y haremos la ruta de avanzar. Ojalá que este conjunto de reflexiones propositivas, inspiren los próximos ejercicios presupuestales. Mucho nos cuesta obtener los recursos como para que con ellos, ciertos políticos-funcionarios, se sirvan para sus fines y no los de la Nación.